Si tu alma aguanta el asedio,
Al que le somete mi corazón,
Si somos capaces de encontrar el remedio,
De pararlo todo y decirnos que no.
Si podemos hacer frente al tedio,
De vernos medio borrachos
Sabiendo que haríamos un buen gazpacho,
Porque nos sobra el ingenio.
Ahora esperemos a ver quien se atreve,
Con estos cafés sin azúcar,
A mirar tras la ventana cuando llueve.
Ahora que el calor amenaza nieve,
No buscaremos más encuentros breves,
Ni más abrazos que endulzan y acurrucan.
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