Pensando a cada segundo en el color de tus días,
Pensando en poder excarcelarte de tu prisión,
para que no sigas viviendo en la calle melancolía.
Harto de estar harto de vivir en otra casa,
Me he mudado ya mil veces de domicilio,
Pero el sentimiento también se traspasa,
Y sigo idealizando nuestro precioso idilio.
Así se nos pasa el tiempo y nos hacemos viejos,
Así duele el alma indolora y sin anestesia,
Por ti bien sabes que me jugaría el pellejo,
Nuestros corazones sufren de sinestesia,
Con un olor y sabor delicado y añejo
Aunque estén tan alejados como la Polinesia.
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