me suena a chino lo de que nuestro amor se acabó,
te ganaré tu corazón con el sudor de mi frente,
nos tomaremos un té juntos con sabor a limón.
No quiero pedir tu mano el día de los inocentes,
ni pretendo ser en tu vida diaria un tirano,
ni a ti te va interpretar el papel de señora decente,
ni a mi tampoco me va el papel del buen samaritano.
Te aseguro que soy el más normal de los comunes,
no soy nada dado ni a bailar ni a beber,
intento salir siempre bien parado o impune,
Aunque los dos tenemos aún edad de merecer,
el tiempo se nos ha pasado ya como un largo túnel,
y atravesamos las vías para intentar coger el último tren.
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