No viste a tiempo que te estaba amando,
Ni el estruendo de mi caudaloso río,
El amor propio, conmigo no fue mío,
No ves que un mal final está llegando.
Mil cosas preparaba e iba montando,
A pesar de ir a lomos del desvarío,
El frío iba en consonancia con tanto hastío,
Mi amor se fue secando y marchitando.
Nunca pensaste que nos llegaría el día,
En que acabarían de cuajo los celos,
Por desgracia tanto tuya como mía.
Las respuestas no estaban en los cielos,
Entre tanto no hacías lo que se podía,
Me dejaste tirado por los suelos.
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