Fría noche de invierno,
El agua hace remolinos,
Por el alcantarillado,
Se va en busca de su río.
Igual que hace nuestra sangre,
el amor no se ha extinguido,
se alborota cada tarde,
buscando el mismo camino.
El final que anda buscando,
Es uno solo, es el mismo,
No se pierde ni un momento,
tiene su destino fijo.
Con paso parsimonioso,
caminando su camino,
No lo detiene ni el sueño,
Tampoco lo detiene el frío.
Dejó atrás aquellos tiempos,
En que andaba ennegrecido,
Ahora con su desmesura,
Es cegador con su brillo.
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