Te juro por las tres carabelas,
Por Colón y toda su tropa,
Que no hay amor más grande en Europa,
Ni velero que sujete más velas,
Te juro por mis entretelas,
Que eres la reina que me copa.
Te juro por el aire que respiro,
Que te veo hasta en la sopa,
Que desde la proa a la popa,
Me haces vivir en un suspiro,
Te juro que cada día deliro
Pensando en estar más cerca de tu ropa.
Te juro que colmas todas mis ganas,
Las de vivir y seguir soñando,
Que solo vivo para seguirte amando,
Todos los minutos de todas las mañanas.
Te juro que abriste todas mis ventanas,
Y que en ellas te sigues asomando.
Te juro que mi vida no vale nada
Si tu amor no me sigue amamantando,
Las suelas de mis zapatos siguen andando
Detrás de la sombra de tu mirada.
Te juro que sé que andas enamorada,
Y por ese motivo sigo aguantando.
Te juro por todos mis ancestros
Que todos mis días seguiré jurando,
Que nunca verás que me esté lamentando,
Que mis nudos gordianos son ambidiestros,
Que tus amores son mis mejores maestros,
Te juro que mi duda no es si seguir dudando.
Te juro que pasaré el resto de mis días jurando
Por este amor abrasador como el mismo hielo,
Que solo a tu sombrajo siente consuelo,
Y que el cielo puede seguir esperando,
Porque dos almas así se están amando.
Ambos amamos con los pies en el suelo.
Te juro que el amor es eterno mientras dura,
Dicho así… ¡sí que tiene su guasa!
Pero mientras pasa y no pasa
Vivimos ésta felicidad única y pura.
Te juro que a esta nuestra edad madura
Sí que sabe uno a quién quiere en su casa.
Te juro que toda mi alma, de forma segura,
siente un ardor ardiente y se pone payasa,
el amor le abrasa y muy raudo le sobrepasa,
cuando ve aparecer tu linda figura,
la alegría vuelve y se le configura.
Te juro que solo tu presencia la acompasa.
Te juro que rezo en hebreo y en arameo,
Cada vez que te echo de menos y te extraño,
Sobre todo porque me hace realmente daño
Si he de pasar una hora y no te veo.
Te juro que para matar el tiempo leo,
Pero ello no hace que me des un baño.
Te juro que me empleo a fondo y conmigo peleo,
Cada día de cada semana como el goteo de un caño,
Y que hay veces que me siento un ermitaño
Porque tengo tu deseo pero no te poseo.
Te juro que cada hora ideo darte un meneo,
Pero al final acaba pasando otro año…
Calella, 07/08/17 – 19:02
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