RIPIO 25 – (14/10/17 – 12:47)
Los buenos sueños nos envuelven,
Quitándonos horas de sueño,
Y se humedecen nuestras pestañas,
Por olas del mar del verano,
Que palpitan como latidos,
Dentro de un mar inquieto,
Con aparente calma dormida,
Con un crepitar del centro del pecho
Tú eres mi mundo, todo cuanto poseo,
La virgen de mi lujuria, de mi deseo.
Amo el color teja de tus ojos,
Por ser locura de mi desenfreno,
Tu sonrisa a mi vida la ilumina,
En tu iris tengo mi mejor reflejo,
Pensándote me arde la frente,
Bulles en todo mi pensamiento,
Contigo cabalgo una nube,
En un ancho mar de cemento,
Te llevo tatuada en mi entrecejo,
Te entrego toda mi vida,
De tu amor me declaro reo.
Amo el sabor de tu lengua,
Y hasta el olor de tu aliento,
Déjame encender todas tus luces,
Para habitar fuera de lo negro,
Me muero por la sombra de tus pestañas,
Por el tacto de tus manos de fuego,
Arde la saliva que me brota,
Al enfrentarme, contigo, a tus besos,
Sabes bien que me desespero,
Que se me hace eterno este suplicio,
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