Seguir tus pasos es duro y no puedo,
a veces pienso que juegas conmigo,
no entiendo que me quieras como amigo,
y con tus hachazos me viene el miedo.
Pensativo y expectante me quedo,
tu corazón quiere ser mi enemigo,
en la penitencia va el cruel castigo
al decirlo así creo que no me excedo.
Esas falsas alarmas que me esgrimías,
me dejaban serio y sin triste abrigo,
falsas han sido todas tus señales.
Es falso que al verme tú te estremecías,
Es demasiado escaso ese vestido,
más mis amores serán inmortales.
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