Que se apaguen las
radios,
Que nadie toque la
guitarra,Que se acalle la cigarra,
Que se enluten los escenarios.
Que se detengan los diarios,
Que los mariachis toquen a muerto,
Que apaguen las luces del concierto,
Que los tinteros quedan solitarios.
Que llueva de una nube negra,
Agua con olor a ginebra,
Por el Rey del desamparo.
Que el cementerio es una fiesta,
La afonía gana su apuesta,
Y se lleva a nuestro preclaro.
Calella 19/06/18 – 00:32
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