Hasta verte bien mi alma no reposa,
Se ciega cayendo ante ti rendida,
Le dejas más de una luz encendida,
Al caer sin más ante tu tez hermosa.
Eres una visión maravillosa,
La mayor alegría en toda mi vida,
Por eso ésta es realmente la vencida,
Soy muy feliz con mi alma venturosa.
Tú vas a estar por siempre en mi memoria,
Así que no te lleves más a engaño,
Sabes que en tu espera yo me consumo.
Tus labios son para mí cual la gloria,
No te hagas de rogar haciendo daño,
Y corramos una cortina de humo.
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