Nuestra historia se llena de prudencia,
Pero tenemos escrito nuestro designo,
Mi corazón te ama y te lo consigno,
Tampoco he de tirar de gran elocuencia.
Me sobra ansiedad, me falta diligencia,
Sabes que a vivir sin ti no me resigno,
Si he tengo que hacerlo, me pondré digno,
Nunca vas a acabar con mi resistencia.
Para amarte no necesito de tu permiso,
Te amo desde que tengo conciencia y memoria,
A ello empleo por entero mi diario ejercicio.
Estar a tu vera es como estar en el paraíso,
Es respirar por todos los poros la gloria,
Por eso tienes mi alma a tu servicio.
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