Yo te hablo con el corazón abierto,
Veremos si así mi amor bien te llega,
Lo que tu alma ve, tu boca lo niega,
Por eso me haces el camino incierto.
Tu ausencia deja mi vida en desierto,
Incluso hasta al mismo sol me lo ciega,
Erre que erre, tu boca lo reniega,
Arria velas, llegarás a mi puerto.
Atracarás conmigo dulcemente,
Si el buen ánimo no te desfallece,
Dejando atrás tanto momento oscuro.
Tu velero se mostrará muy fulgente,
Me amas, o eso al menos me lo parece,
Estar listo por ti es lo que procuro.
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