Mi mente es voladora,
Desde que te vio al azar,
Como flecha que surca el viento,
Sin saber dónde acabará.
A mi mente se le van secando
Las ideas en vendaval,
Ya no mana la fuente
Donde su sed saciará.
Me trae tu aroma el viento,
Como ligera brisa de mar,
Saber a ciencia cierta, no sabe
En que puerto atracará,
¡Pobres pensamientos temblorosos!
A veces, les da por expirar,
Entre ellos mismos se piensan
Sin saber cuál brillará.
Ahora que llegamos al ocaso,
Deja que te diga de verdad,
Que si me dejas contigo me caso,
Porque esa es nuestra libertad.
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