Contigo es para quitarse el sombrero,
por mucho que te diga tú a lo tuyo,
me muero por ser tu fiel escudero,
y vas y me montas un buen barullo.
No aguanto más tus idas y venidas,
me dejas el corazón en barbecho,
no creas que me gustan las despedidas,
esta historia no tiene más provecho.
Si, despechado ando de tanto amarte,
yo siempre he ido leal y por derecho,
tu desidia no hay quien la justifique.
Mira que le he tenido que echar arte,
yendo de frente andando el largo trecho,
te saludo con el dedo meñique.
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