SONETO MADRE
Caminante, soy en tu camino ese caminante,
el que persigue sin desmayo bellas estrellas,
el que sueña con coleccionar todas tus huellas,
aunque la brisa del tiempo venga rimbombante.
No dejo que te alejes de mi ser ni un instante,
por ello he de pagar gustoso algunas querellas,
a veces eres muy fría, cuando nunca resuellas,
otras veces te pones dura como el diamante.
No entiendo que tu alma esté siempre tan reprimida,
los amores son luchas que no van enlatadas,
la mayoría de las veces son crueles refriegas.
Mi alma ante ti siempre se muestra muy enardecida,
cuando tus murallas son fuertemente asediadas,
es cuando más amor me das y mejor reniegas.
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