tampoco cuál es tu destino,
pero sí que sé cómo denomino
este tránsito hacia tus ruinas.
Tú sabrás qué es lo que sientes,
algún día soltaré una carcajada,
creo que llevas una vida alocada,
de momento yo aprieto los dientes.
Te estoy intentando sacar de mi cabeza,
aprovechando la ocasión que se me brinda,
costará por ser una mujer tan linda,
tendré por compañera fiel a la tristeza.
Tú sueles echar agua y yo gasolina,
cuando usas ese verbo tuyo tan cansino,
yo siempre he sido más cristalino
al menos creo no ser el que desafina.
Así que Princesa, por una vez confiesa,
y no me tomes más por un simple novicio,
no me deslumbras con fuegos de artificio,
deja de comportarte de forma tan traviesa.
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