Sin peaje, para ello toco siempre madera,
Sin espera tengo dos billetes de primera,
El paisaje de su amor es mi único equipaje.
Lo sabe, que por ella bebo todos los vientos,
Que sin ella todos ellos acaban en tempestades,
Que lo mío con ella no son embustes ni cuentos,
Ya que no estamos para eso con estas edades.
Sabe que mis noches son de estar en vela,
Y que cuento las arrugas que hay en el techo,
Que su imagen es lo único que me consuela,
Aunque repita siempre que no tiene derecho.
Lo sabe, lo sabe de sobras que es mi vida,
Que quiere ser compartida solo con ella,
la que deja huella, la más preciada estrella,
la más querida por estar hecha a mi medida.
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