en que los corazones sean aves migratorias,
ese triste día será muy grande mi osadía
la que te devuelva todas tus dedicatorias.
mi alma a vuelta de correo y de puño y letra,
te devolverá todos y cada uno de tus hachazos,
aunque le cueste ya verás que te penetra,
ahogándose en sus lágrimas por tus rechazos.
¡Todo podría ser tan bonito y tan distinto!
pero tu tozuda tozudez no me da un respiro,
ahora sumerjo mis penas en vino tinto,
incluso he llegado a pensar en pegarme un tiro.
Cada vez veo mucho más alejada mi meta,
sin embargo entonces tú pareces más cercana,
me haces falta para dormir a pata suelta,
me sobras para mal vivir en la desgana.
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