vas de un lado hacia otro,
dices siempre: yo. Nunca nosotros,
te pareces a las olas del mar.
No sé a qué te dispones,
últimamente has cogido vicios,
no me pidas más sacrificios,
sé tomar sólo mis decisiones.
No necesito que te preocupes por mí,
además es un sentimiento ficticio,
ha pasado tu momento propicio,
ahora soy yo el que me alejo de ti.
Llegas tarde, ya no me interesa,
sigue con tu rumbo y con tu vida,
de tu alma tan y tan adormecida
hoy me despido "a la francesa".
Has despreciado un amor de gran pureza,
el canario ha ahogado su canto,
en tu haber queda el quebranto,
has roto en mil pedazos la belleza.
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