Cuántas noches pensando en ti,
cuantas tardes doblando las esquinas,
paseando y pasando frío en el coche,
saludando siempre a tus vecinas.
Cuantas vueltas a la manzana,
con sevillanas a todo trapo,
para intentar verte en tu ventana,
tendiendo la colada, por un rato.
Cuántos saludos nos hemos perdido,
cuántos te quiero han quedado ignorados,
cuantos suspiros sin saberlo, correspondidos.
Cuantos entrañables abrazos soñados,
cuantos susurros sin escuchar pero sentidos,
cuantos besos en el tintero se habrán quedado.
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