Me olvidaste en un rincón de tu alma,
ni tan siquiera osaste despedirte,
ahora te escribo desde una tardía calma,
con sabor en los labios a sonrisa triste.
Me olvidaste porque te dio la gana,
porque es más fácil huir y te fuiste,
¿Por qué esperar el resultado de un mañana?,
sin saberlo lo sabías, ya que lo tuviste.
Me olvidaste sin padecer mucho sufrimiento,
Arrinconado en algún lugar de tu olvido,
Tu vida sigue lenta, pausada y sin movimiento.
Me olvidaste sin olvidar ni un momento,
Que mi corazón por ti mucho ha sufrido,
Te olvidaste de olvidarme por completo.
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