Mi pasado está guardado
dentro de una maleta, en un carpesano,
de bello y suave lomo lila,
si le pasas por el lomo la mano,
verás toda mi vida.
Está atiborrado de papeles,
emborronados y llenos de tinta,
algunos están arrugados
rellenos con momentos pasados,
la mayoría con buena caligrafía.
Hay muchos poemas de amor,
y también de desamor,
tristes, alegres, lúgubres y relucientes,
los más bellos testigos de risas,
y abrazos y labios entre dientes.
Por algunos de ellos sobresalen
las penas y el martirio del poeta,
el desgarro del alma que le produjo
algún amor a destiempo,
que guarda en esa polvorienta maleta.
Ahí permanecen indelebles
las arrugas causadas por las guerras,
heridas de alma contra alma,
que sin haber encontrado la calma,
parece que nunca se cierran.
Los tiempos pasados y empolvados,
nunca volverán a repetirse
y quedarán encerrados en esa maleta.
Pero que nadie se despiste,
Perdurarán como toque triste de trompeta.