Van dando vueltas por las laderas,
La victoria está al acecho y cerca,
Si el alma se calma y no se impacienta,
Seguir soñando es el único camino,
Que, llegado el caso, se nos presenta.
Por eso hay que seguir adelante,
No hay otros caminos, es lo que nos queda,
Cuando no se consigue lo esperado,
Hay que comenzar de nuevo, buscar la meta,
Y nunca quedarse tristes y parados,
Se vuelve a empezar con otra vuelta.
En los temas del corazón no hay atajos,
Al no dar en la diana, hay mucha pena,
Encarar bien la vida y con desparpajo,
Y no dejarla nunca que se ponga negra,
Es una solución que yo propongo,
Para mí no existe otra receta.
Tienes presente, muy presente,
Y sabes de sobras qué es lo que yo quisiera,
Si tengo que echarme al monte, me echo,
El puerto de mi corazón sigue a tu espera.
Pero cuenta que el tiempo va pasando,
Y va cambiando la fisonomía de la aldea,
Los cántaros se rompen, las piedras rulan,
¿Confías en todo lo que te rodea?,
Sigo firme como el primer día
cuatro largos años nos contemplan,
cada momento que no puedo verte,
mi ansiedad se multiplica y aumenta,
aumenta la perseverancia,
crecen sueños que nunca se cierran,
y decirte que te quiero al final,
al final es lo único que cuenta.
Este es mi mayor tesoro escondido,
Esta es mi más preciada riqueza,
Puedes seguir buscando por el mundo,
Pero no hallarás nada parecido en la Tierra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario