06 – Aquel campo de hierba
Dos meses para acabar la desesperación,
Para mesurar este gran amor en su grado,
Un viaje sin retorno está muy bien programado,
Al final tras la angustia, llega la solución.
Que lento y difícil pasa el tiempo de espera,
En la cola eterna del más cruel de los olvidos,
Desesperante es sentir los maltrechos sentidos,
muy hiriente tener que verte desde la acera.
Veremos si me toca esta vez naranja o limón,
Difícil es gobernar a la maldita ansiedad,
Me vuelve loco tu bella sombra por la esquina.
¿Quiere usted darle a su amor su anhelada libertad?
Aquel campo de hierba, aquella escalera,
Es un momento bonito que se me ha dado,
La vida cambió, no volvió a ser lo que era,
Pero de momento me siento un desheredado.
Hubo ratos de una sublime felicidad,
Vestidos con un color rosa palo y oro,
Todavía no ha llegado la tarta nupcial,
El futuro parece un rio del inodoro.
Ahora le pego al vodka con limón,
Sin solución, la vida pasa lentamente,
La ansiedad es un torrente con musgo.
Ni te quiero presionar ni tampoco te juzgo,
La rutina es como una golondrina
Que se empecina y te adoctrina.
Tu corazón pendenciero se queda sin jugo.
El amor es una ruleta sin marcha atrás,
A veces ralentizado, a veces se desboca,
Cuando te toca tu vida se vuelve loca,
Al torcerse, con lágrimas llenas un mar.
Tu lengua está últimamente algo loca,
Confusa con sus prontos de todo a cien,
Yo creo que desoye incluso a tu boca.
Todo se debe de aclarar de una vez,
Ya que más larga espera no nos toca,
Todo llega para mal o para bien.
La calva se me asoma debajo del pelo,
El amor es antiguo, no es nada nuevo,
Un día acabó la guerra en Sarajevo,
Otro día decidirás entre amar o duelo.
Dicen que la curiosidad mató al gato,
El permanecer inerte lleva a la muerte,
De tanto esperar me está entrando flato,
¿Mi alegato? Esta situación ya no me divierte
Cada día tengo más cara de boniato,
Por tus quizás, tus “pronto”, tus ¿Quién sabe?
Habito una vida como la de un pazguato.
Tú quemas tu cartucho, yo quemo mis naves,
Entre arrebato y arrebato me debato,
Me delato: estás perdiendo las llaves.
Mi vida pasa sin excesos de alcohol,
Casi sin excesos de todo, de casi nada,
Tan solo me excedo con el alopurinol,
Porque tu corazón permanece en parada.
Cansado y descorazonado ya no hurgo
En un futuro que no acaba de llegar
Hay momentos en los que quiero explotar
Otros en los que yo solo me purgo.
A veces por la boca vive el pez,
Yo te escribo todo lo que siento,
No diré que siento lo que escribo,
Porque no me va el papel de juez.
Así que se acerca la última vez
En que me ejercite como el tonto enamorado,
No te llamaré ni ahora, ni después,
Pongo a mi servicio mi postrera tozudez,
Intentaré controlar lo incontrolado.
Calella, 17/07/17 – 17:27
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