Eres terca y dura como una roca,
Tu corazón de cuarzo no se ablanda,
Tu alma se para cuando quiere y no anda,
No sabes el daño que eso provoca.
¡Que tu razonamiento no se apoca!
¡Mira que por fuera pareces blanda!
Tu razón buena o mala es la que manda,
Este propio caos te volverá loca.
Con algún síntoma te reblandeces,
Pero cada seis meses… ¡Ya te vale!
Es la única gracia que te concedes.
El resto del tiempo tú te endureces,
La equidistancia es lo que te equivale,
Aunque no lo quieres pruebas si puedes.
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