Dices que mi alma se te queja,
Que lo hace siempre por vicio,
Cuando quieras ella se aleja,
Al borde de algún precipicio.
Me dice que cuando quieras te deja,
Aunque tenga que perder el juicio,
Nunca dejas de dejarla perpleja,
Nunca le prestas un momento propicio.
Te dejo mi corazón en bandeja,
Éste será mi último sacrificio,
Tan solo quería ser tu pareja,
Tú eras su único beneficio.
Ahora abandona lentamente tu reja,
¡No habrá sido por falta de oficio!
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