II
Para alcanzar la buena estrella que perseguía,
no alcanzaba de buen trozo con su pobre escala,
estiraba su largo brazo todo lo que se podía,
pero tú estabas siempre muy altanera y lejana.
Utilizaba su tiempo en pensar como acercarse,
Su alma hacía mil conjeturas para darte caza,
El único objetivo viable era poder casarse,
Y juntos poder inaugurar unas nuevas sábanas.
Aunque su imaginación ya volaba muy alto,
Su ruego al azul de los cielos era tener dos alas,
Para conseguir estar a tu lado sin sobresalto,
y escuchar la música de las almas que cantan.
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