Esta espera no me tiene ofendido,
Pero de desesperación me llena,
Mi alma libre a la tuya se encadena,
Mi amor por ti es muy fuerte y atrevido.
Mi tiempo sin ti ha estado perdido,
Nada nunca antes mereció la pena,
Pero se ha acabado mi condena,
Y caigo a tus pies completo y rendido.
Yo te persigo al creer que te merezco,
Tú desde siempre fuiste de mi agrado,
Quiero alcanzar contigo la victoria.
Es hora de acabar lo que padezco,
Sentir este deseo es inmaculado,
Tenerte en mis brazos es una gloria.
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