Estoy harto de vivir en apariencia,
de hacer ver que de ti todo lo ignoro,
de que no sepas que de noche lloro,
te aviso que va a explotar mi paciencia.
De nada sirve oponer resistencia,
esconder bajo tierra este tesoro,
olvidémonos de tanto decoro,
el amor aprieta con virulencia.
Te llevo bien agarrada a mi pecho,
como una ola que baña las arenas,
que una y otra vez al amor recibe.
El final se acerca, eso lo sospecho,
no te lamentes nunca de las penas,
nunca te olvides de este que te escribe.
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