Pensaba que poseía un amor más corpulento,
La vida la encauza bien el que va y camina,
Eso sí, sin hacerle mucho caso a la vecina,
El buen amor ha de tener un buen cimiento.
Andando es como se demuestra el movimiento,
Si hay que inclinar la cabeza, se inclina,
Avísame si es que tu corazón me examina,
Para poder adornarlo con orla y ornamento.
Ya no me basta con amores de esos aparentes,
Tampoco pretendo vivir amores de tirano,
Aunque los cambios sí que parecen eminentes.
Te había tendido siempre felizmente mis manos,
Algo ha cambiado ya que somos diferentes,
Es cierto que nos cambian el paso de los veranos
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