¿Te he dicho que de celos me muero?
Tu vivir diario me hace mucho daño,
Está claro, no te lleves a engaño,
No necesito un esfuerzo postrero.
A veces eres fría como el acero,
Me cago en tus muelas, me desengaño,
Ando algo ausente y por tu aledaño,
Espero confiado y me desespero.
Te quiero desde que tengo memoria,
Con total libertad y gran firmeza,
Así es como defino nuestra historia.
Encarnas en mi vida mi riqueza,
Tan sólo aspiro a alcanzar tu gloria,
Para terminar toda ésta tristeza.
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