1 ¡Ya ves que mi corazón no luce apenado!,
Muy al contrario camina recto y contento,
Aunque no te vas nunca de mi pensamiento,
Estaba ajado y triste, y lo ha superado.
2 Las heridas ya le han cicatrizado,
Pasaron los tiempos en los que estaba afligido,
Ha estado bastantes semanas malherido,
Pero de eso parece que ya se ha olvidado.
3 Los rastros de las cicatrices son visibles,
Portadoras de viejos y buenos recuerdos,
Transitamos locos por una vida de cuerdos,
Yo rezaba a diario a la Virgen delos Imposibles.
4 Aunque olvide mucho, no está todo olvidado,
Llevo impregnada en mi piel tu ausencia,
Creo que me acompañará toda mi existencia,
Mi corazón ha estado mucho tiempo lastimado.
5 Pensaba que me moriría de triste pena,
Resisto asido a unos recuerdos muy bellos,
Sin embargo ahora los veo como los matasellos,
Que sirven para llevar una carta a mano ajena.
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