Nuestros corazones se hacen el coro,
Viviendo al momento en modo apurado,
Se fundieron con un tono sagrado,
Ese será por siempre su tesoro.
Relucen con el buen brillo del oro,
Con un color fulgente satinado,
Blanco brillante y final nacarado,
Con dulce calor del color que adoro.
Ardiente amor directo y de frente,
Que humildemente tiende su mano,
Por llegar al fragor de forma pura.
Vivamos felizmente este presente,
Ninguno de los desvelos es vano,
Si acaban en nuestra mejor ventura.
No hay comentarios:
Publicar un comentario