Bendita sea tu nombrada autobiografía,
Menuda hostia es ésta que me has dado,
Soy un mal besugo antes que un lenguado,
Todo por tener la certeza de que te tenía.
Mis sentimientos son suaves como la seda,
Tú me acompañas como siempre perfumada,
ya sé que tengo perdida contigo la cruzada,
suena la música de sálvese quien pueda.
Tus bellas palabras de amor ya no me valen,
en un mensaje van pocos segundos semanales,
mi vida se debate entre una pura herejía.
Dame todo tu amor antes de que te lo talen,
Da señales éste amor de acabar en hospitales,
si quieres salvarlo, vente conmigo, vida mía.
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