El futuro cabrón tenía las cartas marcadas,
Los años los tuvieron alejados con guiños,
Los finales juntos eran sus noches soñadas.
La vida los fue guiando por distintas veredas,
Días de risas y truenos con algún relámpago,
El porvenir solo tenía palos en la ruedas,
La quimera se cebaba por un previo impago.
Se buscaban con ahínco sin tirar la toalla,
Casi, podría decirse, que sin conocimiento,
Iban a poder cumplir al fin sus añoranzas.
Un día le ganaron la batalla a la muralla,
Vivían la felicidad a pleno rendimiento,
pero un final abrupto segó sus esperanzas.
Cuando más felices se dormían a pata suelta,
No contaron con que la vida da muchas vueltas.
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