Hoy tengo dos penitencias,
la distancia que hay entre tus besos,
y el tener que perderme tus esencias.
Y otras dos penitencias,
la soledad a la que me obligas,
la ansiedad a la que me sentencias.
Así estoy yo, pasando fatigas.
Y de postre otras dos penitencias,
tener que verte siempre de lejos,
disimulando las apariencias,
sin poder quitarnos los complejos.
(26)
En la arena de la playa,
vaya donde vaya con mi pena,
escribí tu nombre con zumo de vena,
y mi corazón tan canalla,
queriendo ganarte la batalla,
se puso en el centro de la escena.
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