Mi corazón te brinda su amor desde el albero,
Por derecho y con la rodilla clavada en tierra,
Ha volteado la montera del olvido con salero,
Escalando todos los suntuosos dientes de sierra,
De mis labios ya solo acierta a salir un te quiero
por definitiva el reino de tu olvido se entierra,
ahora contigo sé lo que es vivir en una estrella,
y sé por qué al verte mi corazón dijo: “Es ella”.
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