Y real, no es ni baladí ni relativo,
Lo que sí creo que es imperativo,
Es no aparecer por allí muy indeciso.
Ese valor soñado es un valor añadido,
La realidad siempre lo acaba superando,
Aunque de forma anárquica, estás amando,
Y nunca te arrepientas de lo vivido.
Guarda bajo llave ese valor en tu interior,
No dejes que nadie te lo afee ni te lo quite,
Y disfruta como si fuese el último momento.
Piensa que es sublime, que es superior,
Que nadie evite que te visite si se repite,
Y a ese buen momento hazle un monumento.
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