(11)
Hierbecilla que crece joven,
y fresca y altanera,
cercana a la cincuentena.
A mi aunque me escoben,
te lo digo de forma sincera,
no me sacarán de tu escena.
Como esa hierba con flores,
salpicada de rojas amapolas,
miras al cielo rogando.
Te impregnas de mis olores,
y a la luz de las farolas,
me juras que me estás amando.
(12)
El cielo, el sol y la rosa,
simplemente un día nacieron,
pero la cara más hermosa,
es la que mis ojos vieron.
Y así, como el que no quiere la cosa,
te ofrezco mi amor verdadero,
porque quiero que seas mi esposa,
porque este amor será duradero.
Por favor, no te me pongas nerviosa,
ante un amor imperecedero,
verás que vida tan maravillosa,
sacando tus sueños del invernadero.
Saldremos de forma airosa,
Tú me quieres y yo te quiero.
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