Tengo los ojos rojos de tanto llorar,
los cerrojos se oxidan de tanto cerrar.
Todas las bocas son pocas,
para decir que conmigo no te equivocas.
Las bocas y sus labios besan
los días sin besos pesan.
Tus caricias de tu alma salen,
las recibo porque se lo que valen.
Mi corazón es un fuerte clamor,
está henchido de tanto amor.
Se nos coló el amor por una rendija,
tu alma a la mía la desvencija.
Ya no tengo remedio,
tiraré por el camino de en medio.