AY, MARTONA
Preciosa niña de mis cansados ojos,
Tan jovial, tan bonita, tan mujerona,
Me deja el alma como brillantes rastrojos,
Cuando dice que ama, como yo, al Barcelona.
Me pinta las canas de colores vivos y rojos,
Estudiosa sin descanso y tan picarona,
Es capaz de amaestrar una legión de piojos,
Me ha robado el alma porque es una ladrona.
Sus sentimientos son de todo menos flojos,
Además de preciosa es muy buena persona,
Su amor lo reparte entre todos a manojos.
Es patrona de mi corazón con su corona,
Se asegura de que estén echados los cerrojos,
Simplemente la amo porque es mi Martona.
1 comentario:
Amor de padre!!!.Cuantos elogios!!!,lo que se daría por un hijo!!!;son guapísimos los dos y seguro que están superorgullosos de su padre.Un beso para ellos
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