sábado, 18 de abril de 2015

2001 RETAZOS FAMILIARES - A MI HIJA MARTA

 
(53) A MI HIJA MARTA (Escrito en Sueños de Presencias)
 
Llegaste a la vida con ese salero tan tuyo,
que en mi vida eres la cara, nunca la cruz,
la más preciosa de las rosas en capullo,
en la casa irradias a todos con tu luz.
 
Los pataleos que dabas con tus piernas,
junto a la clarividencia que tiene tu boca,
cosa que has heredado de tus venas paternas,
hace que a veces seas dura como una roca.
 
Desde bien chiquitilla tienes halo generoso,
con tus ojillos tan pequeños y perspicaces,
con los patines eres algo suave y vaporoso,
todo lo que te propones lo dices y lo haces.
 
Toda mi vida te defenderé a dentelladas,
porque eres la más bonita de las amapolas,
tu presencia hace que la noche sea estrellada,
tu vida, tus libros y tu libertad controlas.
 
 
Parece que fue ayer que tu hermano
te visitaba en el hospital por vez primera,
en el dos mil, al final de aquel verano,
venía el otoño pero tú fuiste la primavera.
 
Después vendrían las riñas y los enfados,
desde pequeñita nadie te gana a cabezona,
tus sentimientos son bellos, bien mirados,
eres ferviente seguidora del Barcelona.
 
Tienes las ideas fijas, nadie te lleva al huerto,
donde otros se ahogan siempre sales nadando,
no dudas en saber cuál debe de ser tu puerto,
sacas buenas notas con esfuerzo y estudiando.
 
Amiga de tus amigas, no entiendes la hipocresía,
bien te mereces ser la reina del universo,
se me queda demasiado corta esta poesía,
para decirte que te quiero, verso a verso.
 
 
Y si me pilla a contrapié la muerte,
sólo quiero dejarte clara una cosa,
estoy contento por tener la gran suerte,
de que en mi jardín haya crecido esta rosa.
 
Me partiré de risa en mi propio entierro,
si tengo claro que te tengo a mi lado,
nuestra unión es tan dura como el hierro,
vale muy mucho la pena el haberte esperado.
 
Tus ojos miran con increíble inmensidad,
hasta en las profundidades marinas,
y en los confines del horizonte con el mar,
me das los desgastados besos que te imaginas.
 
Tus pupilas reflejan el brillo del astro,
sobre el amor todos los eslabones,
y me dejan atisbar un leve rastro
de hacia dónde apuntan tus intenciones.

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