Me dejaste solo y perdido,
te llevaste todo mi cielo,has corrido un tupido velo,
sobre tanto que yo he sufrido.
Moría de ganas de ser tu marido,
directamente y sin recelo,pero tengo los pies en el suelo,
y el corazón me yace escondido.
No has de hacer caso a tus amigos,
aunque sé que los tienes alborotados,tampoco es cuestión de hacerse enemigos.
Ellos se harán contigo los afrentados,
los míos son firmes y mudos testigos,de tus pecados y de mis pecados.
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