Es algo difícil de hacer entender a mi cabeza,
Yo que te he soñado como zumo dorado de la viña,
Vas y me lo pagas siendo arisca y con fiereza.
Tengo contigo la templanza de los labradores,
Mis caminos en tu busca siempre van iluminados,
Tu sonrisa me guía con fogonazos y resplandores,
y llevo los nervios muchas veces atenazados.
Me gusta pasear pensando en ti bajo los nogales,
Aunque a veces frunzo el ceño con aspecto sombrío,
Porque me sobrepasan los temas sentimentales,
El estío hace que mi alma se llene de hastío.
Está por llegar el momento soñado todavía,
El alma la tengo hace tiempo bien preparada,
Por todo el oro del mundo nada de ti cambiaría,
sabiendo que esa alma se siente a veces cercenada.
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