Como la copa de vino que queda vacía en la mesa,
Como el sello de correos que perdió su goma,
Como la tarta salada con sabor a fresa.
Tan triste como el que pierde el tren de su vida,
Como el que va a la playa y le llueve a mares,
Como el cura que murió padeciendo sida,
Como el poeta que perdió sus versos estelares.
Tan triste como una muñeca tirada y rota,
Como el borracho que no tiene donde ir a dormir,
Como la mirada de un viejo sentado en un parque.
Tan triste como el corazón que cansado explota,
Como los versos que escribo y que no van a servir,
Como el alma que sabe que ha perdido el embarque.
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