el cuello ya no me llega a la garganta,
maldito estrés, bendita buena tila,
creo que ni el del espejo me aguanta.
Encima, a veces, creo que me detesta,
Igual en su futuro se ve sola,Vive un velatorio y no una fiesta,
si la veo sigo moviendo la cola.
¡Qué lejano el tiempo de la Rayuela!
¡Los años de las primeras esquelas!Ganando a pulso más de un cocotazo.
Rezando estoy a la buena Santina,
para ver si de forma repentina,te veo y me regalas un abrazo.
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