jueves, 2 de enero de 2014

1370 UNA HISTORIA DE AMOR AJENA II



 
Segunda parte de la historia de amor

No me fijé por donde ha venido,
su amor no me lo declara,
solo sé que he perdido el sentido,
con solo poder ver su cara.
por eso yo le suplico
que conmigo no sea mala,
no hace falta que me idolatre,
yo ya la tengo idolatrada.
Desde aquella vez primera,
en que yo me la encontrara,
nunca me dio ni un ápice de coba,
yo solo soy su camarada,
no quiere dormir en mis brazos,
a veces pienso que no quiere nada,
me dice que no me acerque,
con su cara de enamorada,
yo me acerco cuando quiero,
me lo suplica con su mirada.
Llegará un día no muy lejano,
En que estaremos cara a cara,
Sin miedos inoportunos
Ni inoportunas charlotadas.
A solas con nuestros corazones,
A solas con nuestras almas,
Pensando en ser felices,
besarnos cuando nos de la gana,
sin nervios, con cicatrices,
con las caras bien levantadas.
Pero mientras llega ese día,
¡cuánto aprieta la añoranza!,
Solo queda mano firme y valentía,
abrazar su ausencia en la almohada,
seguir negando con palabras,
lo que dicen las miradas,
Nada es lo que parece,
ni luz negra ni luz blanca,
con la mentira por delante,
sabemos que nada resbala,
No se dice lo que se piensa,
¡para qué!, si no hace falta,
sigue negando con su boca,
el dictado de su alma.
A este paso los amores
Se verán criando malvas,
El tiempo pasa volando,
Por eso me da tanta rabia,
Que tantos sollozos y llantos
Al final no sirvan para nada.
La persigo por las esquinas,
¡mal rayo me parta!

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