miércoles, 8 de enero de 2014

1376 UNA CARTA DESESPERADA I

 
(VERSOS ALEJANDRINOS)

Ni tan siquiera me dejas ser tu fiel amante,
eso que te ofrezco un amor real y elegante,
me he quedado prendado de tu cara hermosa,
y mi único fin es que accedas a ser mi esposa.

Creo que me lo gano y tengo mucho derecho,
al menos es lo que sueño acostado en mi lecho,
no quiero reinar por más largo tiempo en tu olvido
por este motivo no quiero ser distinguido.

Si alguna vez te he ofendido, te pido perdón,
lo suplico de rodillas y con el corazón,
mira de no tratarme más con tanto despecho,
al final yo nunca me arrepiento de lo hecho.

Quiero escuchar de tu boca la verdad desnuda,
que no le quede en su cuerpo una mínima duda,
si así lo quieres lo daremos todo por muerto,
mi corazón va a necesitar de algún injerto.
 
En el fondo yo pensaba que eras diferente,
diferente a todo, con mucho, naturalmente.

Ahora yo me veo sólo, sentado frente a la mar,
convertida mi alma en una fea alma muy vulgar,
mi vida se me antoja ser demasiado corta,
para poder ofrecerte lo que más me importa.

Me vas a llevar al límite de la locura,
por hacerme ver que esto solo es una aventura,
pero yo te digo que es tu verdad y no la mía,
creí en ti cuando decías que me querías.

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