Te lo puedo afirmar con voz muy severa,
Que la ha provocado una inmensa ternura,
Para que estés segura, firmo ante cualquiera.
Los surcos de la vida a fuego se han marcado,
Las canas son de un aguante fuerte, numantino,Un sueño queda como embalsamado y dislocado,
Por un repentino ataque a traición del destino.
Últimamente todo es igual a lo que parece,
Mis desvelos tardíos pecan de perspicaces,Lejos de ti todo se hace eterno y empequeñece,
Pero los reinos de mi mente son muy tenaces.
El reflejo del espejo no dejo que me haga viejo,
Aparento a veces tener una vida algo distraída,Sin complejo alguno solo puedo aceptar un consejo,
Para cicatrizar la herida y dejarla dormida,
Aunque una verdad sabida es que yo nunca me quejo.
Hasta nuestro color se concreta en violeta,
De los corazones brota buen amor a raudales,Tu sola sonrisa completa la maleta del poeta,
Dejando en pañales dos siluetas otrora rivales.
No sé cuándo podré salvar de una vez tu alto muro,
Por la arcada de la ventana el sol entra anaranjado,Señal inequívoca de que se asoma el manto oscuro
De un futuro inseguroque me dejará arrinconado.
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