Mi corazón siempre atento persiste
En el abordaje canalla de tu nido,
Mientras tanto pasa los días solo y afligido,
Tan vacío y tan tristemente triste.
Mi alma está cansada de estar viuda,
Está cansada de extrañar tu compañía,
Tan solo triunfa en ella la melancolía,
Afónica y destartalada, ha quedado muda.
Nuestra historia de tan larga, es funesta,
Mi fe inquebrantable está dispuesta,
A seguir desesperando y esperando con agonía.
Tengo la paciencia paciente de los campesinos,
Por haberme criado siempre entre pinos,
Tratado de impaciencia por tu alma, que es mía.
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